martes, 1 de febrero de 2011

Vacacionando: Con el corazon partido

Con el desarrollo de la sociedad moderna, el hombre ha cambiado sus condiciones de vida, en un intento de mejorarla produciendo numerosos avances tecnológicos que facilitan el devenir cotidiano, aunque tal vez, alejandolo un poco de su propia naturaleza.
En una conjuncion entre los avances y el reencuentro consigo mismo, las vacaciones anuales se fue incorporando como modalidad de las muchas personas y familias contemporáneas, como broche final de un año de trabajo.

 La implementación de las vacaciones tiene varios sentidos, por un lado el merecido y reparador descanso -lo que vulgarmente se denomina como cargar las pilas-, por otra parte la generación de momentos para la evaluación personal y la organización de nuevos proyectos , además del reencuentro y la reflexión con los seres que nos acompañan en la cotidianeidad de nuestra existencia, sin desconocer la canalización de nuestro espíritu de aventura y conocimiento, ya que a través de los diferentes viajes, se accede a experiencias directas con espacios distintos e intercambios no habituales .

Es decir, cubre aspectos lúdicos, recreativos, afectivos, cognoscitivos, culturales y sociales.

Independiente de viajar o no,  los días de descanso, es una oportunidad para el encuentro familiar...
Ahora bien....¿y si hablamos de divorciados?...¿que ocurre?

Para suponer conflictos, primeramente, es de subrayar la presencia o no de hijos, en cada familia, y las edades e independencia de los mismos.  En segunda instancia, la relación subyacente entre los adultos, o sea de la pareja devenida en divorciada o separada. O sea, podríamos suponer mayores conflictos segun la vinculación dificultosa de los adultos y de la mayor dependencia de los niños a edades menores.

Si bien, los lugares, las formas, los horarios de visitas y las vacaciones, dependen especialmente de los padres, los que deciden y proponen, o en ultima instancia de los jueces de familia, que terminan determinandolo, lo fundamental es que en estas circunstancias se tenga en cuenta las necesidades y las características de los niños, sus tiempos, sus espacios y requerimientos. O sea, que no resulte indicaciones y acciones que resuelvan sobre los niños, como "objetos" no participativos, dandoles la posibilidad de opinar, pensar o cuanto menos saber sobre su destino proximo y cotidiano.

Sino, mas alla de vacacionar  en Mar del Plata, Córdoba, Brasil o el jardin de su casa, lo importante es la idea de crecimiento, el aprovechar  las vacaciones, en cada uno y todos sus aspectos, no desperdiciando la oportunidad de la armonía y el reencuentro, y no sea una forma de condena, abrochando la idea de un corazon partido, que no halla remedio.

1 comentario:

  1. Susana, muy atinado el artìculo, aunque difìcil, no imposible.
    Beso.
    Margarita

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