lunes, 19 de abril de 2010

¿Amor Incondicional?

Hemos escuchado -y no me refiero solo a los psicoanalistas- historias de amores que a cualquier oído, resultan cuanto menos llamativos.
Relaciones de personas en las que prevalece el sometimiento, el maltrato físico y/o psíquico, las infidelidades, la poca consideración, la postergación de los propios objetivos, el menosprecio o simplemente el desamor. Al indagar a los protagonistas sobre el particular -en especial o quizás solamente el menos favorecido- aseguran que se trata de manifestaciones de un amor incondicional al partenaire de su pareja...
La pregunta es... ¿es posible amar al otro más que a uno mismo?...Y si esto fuera así...¿qué pasa con la reciprocidad?
Aun desde preceptos religiosos- y no es sobre lo cual quiero basar estas notas- se plantea el "amar al projimo como a ti mismo"...  podríamos suponer que aunque el concepto de prójimo (próximo), es mas general que una pareja, y que tal vez amar se refiera a "respetar", podemos inferir que nunca podríamos amar a otro más que a nosotros mismos, por lo tanto en los casos mencionados, donde la reciprocidad no existe, tendríamos una falencia adicional.
Entonces, ¿que ocurre en estas circunstancias?
Estas parejas asimétricas, que ponen en cuestión la idea misma de pareja (de pares), se constituyen con la superioridad de uno en detrimento a la del otro, sosteniendose en esas circunstancias.
El que "ama incondicionalmente", cuenta con serias dificultades en su autoestima, "necesitando" la superioridad del otro para mantener su yo elevado -aunque dominado-, pero también el "amado incondicionalemente" requiere  del suministro de su pareja para sostener ese espacio arbitrariamente adquirido de "perfección y elevación" .
O sea, ambos se necesitan y ambos constituyen manifestaciones de baja autoestima. Alguno con una posición más cómoda en apariencia, otro con un estado mas desagradable...pero ambos, con un intento posible de manejar su conflictiva. Confirmando estas conceptualizaciones es que estas posiciones  en algunas circunstancias especiales suelen intercambiarse...
Tal vez, sea el momento de cuestionarse cuanto menos sobre el amor y la autoestima, y ver si podemos armar vínculos, tal vez, que nos fortalezcan  y sean saludables.

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